Génesis 2:19-20

ALGUIEN QUE RESUELVA

“Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre”. Génesis 2:19

¿Cuál es el hombre ideal para una mujer? Esa era la pregunta entre algunas usuarias de X (antes Twitter) y, claro, aparecieron algunas cualidades como que sea atento, cariñoso, trabajador, y fiel. Pero la que más llamó la atención y que se hizo tendencia es que sea un hombre “que resuelva”, alguien que ayude a solucionar dudas, problemas o dificultades. Aunque el asunto se volvió motivo de debate, me hace recordar el relato en que Dios se dispone a solucionar el problema de la soledad de Adán. Si lee bien, no es que Dios simplemente le trajo a Eva y al hombre no le quedó más remedio que aceptarla. Dios ya sabía cuál era la ayuda idónea que Adán necesitaba, pero antes de pasarlo por el quirófano, el Creador puso al hombre a trabajar. Dios le dio a Adán la tarea agotadora de ponerles nombre a todos los animales. Lo que Dios quería con esto era entrenar al hombre en dos áreas importantes como esposo: Liderazgo e intimidad. Ponerles nombre a los animales es una tarea importante de alguien que está llamado a ser líder en el hogar, donde la toma de decisiones juega un papel importante. Y al hacerlo Adán también pudo darse cuenta que en el mundo animal no se encontraba la “ayuda idónea”. Él necesitaba una pareja, alguien igual a él con quien disfrutar el hermoso jardín que Dios les había obsequiado. Y Dios estaba ya listo con el bisturí en la mano.

Bendito seas, Señor, porque tú mejor que nadie sabes cómo prepararnos para la vida en el matrimonio. Gracias por proveernos de las oportunidades para lograrlo. En Cristo, amén.