Génesis 41:25-45
LA ESCUELA DE LA VIDA
“Por lo tanto, sería bueno que Su Majestad buscara un hombre inteligente y sabio, para que se haga cargo del país”.Génesis 41:33
Mucha gente conoce de José por una obra de teatro, llamada “José
el soñador”. Y esa fijación en los sueños parece limitar la idea que
muchas veces se tiene acerca de él. Se le reduce a una faceta sobrenatural
que, es cierto, aparece en momentos importantes de su vida,
pero no era su ocupación de tiempo completo.
Cuando José tuvo la oportunidad de estar frente a faraón, sorprende
la interpretación magistral que hace de sus sueños. No lo hace,
nos dice, por su capacidad humana, sino por revelación divina. Sin
embargo, también destaca el consejo sabio que él ofrece para hacer
frente a los años de vacas gordas y a los años de vacas flacas. En
unos pocos minutos presenta un plan de acción detallado que permitirá
que la nación sobreviva. Pero ¿dónde aprendió él a hacer esto?
¿Dónde aprendió él acerca de pensamiento estratégico, capacidad de
planificar, habilidad para negociación, manejo del tiempo?
José no había ido a la universidad. Tampoco fue promovido a una
posición elevada porque era muy espiritual. Sus habilidades como
administrador las desarrolló en los lugares donde había estado: en
la casa de su amo egipcio y en la prisión adónde fue enviado injustamente.
¿No le parece maravilloso? Dios siempre tiene un propósito
en todo lo que hace y permite en nuestras vidas. Él no echa en saco
roto lo que aprendemos en la escuela de la vida.
Dios de gracia y bondad, te agradecemos porque aun nuestras experiencias amargas pueden ser útiles en tus propósitos para nuestra vida. En el nombre de Jesús, Amén.