Génesis 47:13-26
VOCACIÓN PARA GOBERNAR
“En ninguna parte del país había trigo,y el hambre aumentaba más y más”.Génesis 47:13
El servicio público es una tarea compleja. Servir a los ciudadanos de
una nación es un alto privilegio con grandes responsabilidades. A
menudo, algunos servidores públicos piensan más en servirse que en
servir. Pero, cuando los ciudadanos eligen a sus gobernantes, están
pensando que, por lo menos, en el beneficio que traerán a la nación.
Cada gobierno asume el reto de pasar de la retórica a la práctica y de
las grandes ideas a la materialización de programas públicos eficaces.
José, el hebreo, cumplió con estas expectativas cuando fue nombrado
gobernador de Egipto. A él le tocó abatir la crisis de escasez
de alimentos propiciada por los malos tiempos de cosecha. Aplicó
políticas agrarias que le hicieron ganar aceptación ante el pueblo
egipcio: “Usted es muy bondadoso con nosotros, pues nos ha salvado
la vida” (Gén.47:25) decían los egipcios. Entre tanto José entendía
claramente el papel que Dios le había designado: “…Dios me mandó
antes que a ustedes para salvar vidas” (Gén.45:5).
¡Cuánta falta hacen gobernantes con el carácter de José! Gobernantes
que, ante el dolor, la angustia y el sufrimiento humano, aceptan
su vocación de servicio, conscientes de que fueron puestos por Dios
para impartir justicia, fomentar el bien común y garantizar la libertad.
¡No dejemos de orar para que Dios levante buenos gobernantes
en nuestras naciones!
Amado Señor, concédenos gobernantes que sean sensibles a las necesidades de la población y trabajen por la justicia y el bien común. En Jesús, Amén.