1 Corintios 10:27-33
GRATITUD CONSCIENTE
“En todo caso, lo mismo si comen, que si beben, que si hacen cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios”.
1 Corintios 10:31
La gratitud requiere atención plena: vivir con los ojos bien abiertos. Exige saber que toda buena dádiva, todo lo bello y justo y perfecto y amable, viene de Dios. Y debemos saber hacia dónde dirigir nuestro agradecimiento. Sabemos que en el centro del universo está el Dios que es bueno y poderoso. Y sabemos por lo que estamos más agradecidos: cuando estábamos indefensos, sin esperanza y muertos en nuestros pecados, Cristo nos dio una nueva vida, un registro limpio, un propósito santo. Entendemos que aunque no merecemos nada, se nos ha dado todo por la gracia de Dios. Vivir nuestros días con gratitud consciente hace una diferencia en nosotros. Y hace una diferencia para quienes nos rodean.
Pablo quiere que tengamos cuidado con la forma en que vivimos nuestra fe. Nuestro gozo y agradecimiento por los dones de Dios deben ser algo que otros encuentren contagioso, no condenatorio. Se ha dicho que nuestro testimonio cristiano en este mundo sería mucho más fuerte y efectivo si dejáramos de discutir sobre las cosas contra las que estamos y empezáramos a hablar más convincentemente sobre las cosas en las que creemos.
Eso no debería ser difícil para nosotros, porque creemos en un Dios que es el dueño de todo y nos ama en gran manera. ¿Cómo podemos demostrar esa hermosa verdad a nuestros vecinos hoy?
Dios, amas tanto este mundo que diste a tu Hijo para salvarlo. Desde lo más profundo de nuestro corazón te damos las gracias. En Jesús, Amén.