Romanos 14:1-8
GRATITUD POR LA GRACIA
“Y el que come de todo, para honrar al Señor lo come, y da gracias a Dios; y el que no come ciertas cosas, para honrar al Señor deja de comerlas, y también da gracias a Dios”.
Mateo 15:22
Todo lo que hacemos, dice Pablo, lo hacemos para el Señor. Pablo está abordando las diferencias en las personas que formaban parte de la iglesia en Roma. Algunos eran carnívoros, y otros creían que era más piadoso no comer carne. El problema no estaba en lo que estaban haciendo, pues ambos grupos estaban realizando sus prácticas de fe con dedicación y acción de gracias a Dios. El problema estaba en cómo se juzgaban unos a otros.
Recuerdo haber notado cuando era niño cómo nuestros vecinos que eran adventistas iban a la iglesia los sábados durante el día y los domingos hacían sus quehaceres como cualquier otro día. Mi familia hacía sus quehaceres el sábado e iba a la iglesia el domingo. Seguramente ha encontrado casos parecidos. A veces lleva tiempo darse cuenta de que es posible ser cristiano incluso si no eres de tu propia denominación. Cada creyente tiene una historia de fe y también algunas prácticas que le son peculiares. A menos que sea una cosa expresamente prohibida en la Biblia, hay muchas cosas en las que podemos diferir, y aun así, cada quien glorificar a Dios.
Todo lo que tenemos y somos proviene de Dios y pertenece a Dios. Por lo tanto, somos bendecidos como pueblo de Dios cuando todo lo que hacemos lo hacemos con dedicación y acción de gracias a Dios.
Dios misericordioso, que todo lo que haga y diga hoy sea lleno de gracia y te dé gloria. En el nombre de Jesús, Amén.