Romanos 12:1-3
CONSAGRACIÓN EN GRATITUD
“Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva,
santa y agradable a Dios”.
Romanos 12:1
Las estadísticas muestran que en muchos países la asistencia a la iglesia se está reduciendo, especialmente entre los jóvenes. Es difícil saber qué hacer con esta tendencia, pero algunas iglesias han tratado de responder agregando un factor “atractivo” a su adoración: música atractiva, pastor atractivo, espacio de adoración atractivo, cafetería atractiva. Sin embargo, estudios posteriores han demostrado que lo “atractivo” no es lo que los jóvenes realmente buscan en una iglesia. En cambio, buscan autenticidad en sus líderes y una causa por la que valga la pena arriesgar sus vidas.
Pablo proclama que hay algo por lo que vale la pena sacrificarlo todo: se llama la misericordia de Dios. Y, sin embargo, la misericordia de Dios no se puede comprar a través de ningún sacrificio que hagamos. Es el regalo de Dios para nosotros, ofrecido gratuitamente en Cristo. Y Pablo explica que cuando miramos y vemos la misericordia de Dios en nuestras vidas, nuestra respuesta será gratitud. En gratitud estamos dispuestos a entregarnos por completo a Cristo.
Una vida agradecida y consagrada no es algo que haces solo. Cristo está obrando en ti, abriéndote los ojos a la misericordia de Dios e incitándote a apostar tu vida por una causa con beneficios eternos. ¿Cómo vas a ser un sacrificio vivo hoy?
Señor, ayúdame a estar siempre agradecido por tu misericordia y a ofrecerte mi vida como sacrificio. Amén.