Romanos 3:21-31
LA JUSTICIA SE REVELA EN EL EVANGELIO
“Por medio de la fe en Jesucristo, Dios hace justos a todos los que creen”.
Romanos 3:22
El mensaje del evangelio proclama a Cristo, y a éste crucificado. La cruz es el centro del evangelio. La muerte de Cristo en nuestro lugar está en el corazón de toda revelación bíblica. Cristo no fue a la cruz porque sucumbió ante el poder religioso y político de su época. No fue a la cruz como mártir de una causa. No fue a la cruz para hacer posible nuestra salvación, sino para consumar nuestra salvación. Murió en nuestro lugar. Murió por su iglesia, por sus ovejas, por su esposa.
Su muerte fue vicaria, porque tomó sobre sí mismo, en el madero, todos nuestros pecados. “fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz,
por sus heridas alcanzamos la salud”. (Isaías 53:5) En la cruz, Dios satisface plenamente su justicia y se cumplió toda su ley. Cristo murió por nuestros pecados. Él pagó nuestra deuda.
Todos los que creen en él son justificados. Ya no pesa sobre ellos ninguna condenación, porque la justicia de Dios pagó su deuda. La cruz es la máxima demostración del amor de Dios por los pecadores al dar a su Hijo por ellos, y la máxima manifestación de la justicia de Dios al aceptar el sacrificio de su Hijo por nosotros. En la cruz de Cristo, la justicia y la paz se besaron.
Gracias, Padre, por darme perdón y salud. Gracias Jesucristo por tu gran amor hacia la humanidad. Por Jesús oramos, amén.