Deuteronomio 19:15-21
NADA MÁS QUE LA VERDAD
“Solo valdrá la acusación cuando la presenten dos o tres testigos”..
Deuteronomio 19:15
“¿Prometes decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?”. La respuesta es siempre: “Sí”. Pero los testigos a menudo mienten en la corte. Las posibles sanciones de una multa o tiempo en la cárcel no impiden por completo el falso testimonio. El dinero, la venganza y quince minutos de fama pueden llevar a la gente a mentir. Sucede en el mundo y en la iglesia.
Moisés le enseña a Israel que cuando se trata del carácter de una persona un testigo no es suficiente. Un testigo mentiroso puede arruinar muchas vidas. El mal debe ser purgado. Y una vez descubierto, un mentiroso debe sufrir las consecuencias previstas para el acusado. El antiguo adversario de Dios, el diablo, es el padre de la mentira; no hay verdad en él (Juan 8:44). Dios nuestro Padre celestial es la verdad; no hay nada falso en él. Los hijos de Dios deben reflejar su verdad y rechazar de forma permanente la mentira.
Si los hijos e hijas del Padre celestial mienten, reflejan al padre de la mentira, cubren la luz con oscuridad y comprometen la armonía en una red de engaño y desacuerdo. Los mentirosos no muestran piedad por la vida. Como hijos del Padre celestial, no solapemos a los falsos testigos. Tratemos de convencerlos de su maldad y, con la ayuda de Dios, ganar así a otros a la verdad.
Padre Celestial, por tu Espíritu Santo, enséñame el camino de la verdad para que no me aparte de él. En Jesús te lo ruego, amén.