Salmo 73:1-5, 16-28
¿ES INJUSTA LA VIDA?
“… yo hubiera caído; mis pies casi resbalaron. Pues tuve envidia al ver como prosperan los orgullosos y malvados”.
Salmo 73:2-3
Salmo 73:2-3
A veces la vida parece injusta. Miras a tu alrededor y te preguntas por qué hay familias que experimentan una dificultad tras otra, mientras que otras prosperan. ¿Por qué es que tantos de nosotros tenemos todo lo que necesitamos mientras que otros carecen de lo necesario? ¿Por qué es que algunas personas que no toman en cuenta a Dios para nada viven llenos de lujos, mientras que muchas personas dedicadas al Señor son perseguidas?
Estas son las mismas preguntas que atormentan al escritor del Salmo 73. Le costaba trabajo entenderlo: “Un poco más, y yo hubiera caído; mis pies casi resbalaron. Pues tuve envidia al ver como prosperan los orgullosos y malvados”. Y no es el único. Muchos cristianos luchan con ese tema. Algunas cosas en la vida no parecen correctas o justas. Es por eso que necesitamos mantener nuestros ojos centrados en Jesucristo. Fue sólo cuando el salmista se enfocó en el Señor y entró en la presencia de Dios, que pudo comprender (v. 16,17).
No encontró respuesta a sus preguntas. Pero encontró paz en saber que nuestras vidas están en manos del Dios amoroso que ha llegado a ser nuestro Padre a través de Jesucristo. La cuestión no es cómo la estoy pasando en esta tierra, sino donde pasaré la eternidad. Cuando la vida te parezca injusta, asegúrate de entrar en la presencia de Dios. Él es nuestro refugio.
Estas son las mismas preguntas que atormentan al escritor del Salmo 73. Le costaba trabajo entenderlo: “Un poco más, y yo hubiera caído; mis pies casi resbalaron. Pues tuve envidia al ver como prosperan los orgullosos y malvados”. Y no es el único. Muchos cristianos luchan con ese tema. Algunas cosas en la vida no parecen correctas o justas. Es por eso que necesitamos mantener nuestros ojos centrados en Jesucristo. Fue sólo cuando el salmista se enfocó en el Señor y entró en la presencia de Dios, que pudo comprender (v. 16,17).
No encontró respuesta a sus preguntas. Pero encontró paz en saber que nuestras vidas están en manos del Dios amoroso que ha llegado a ser nuestro Padre a través de Jesucristo. La cuestión no es cómo la estoy pasando en esta tierra, sino donde pasaré la eternidad. Cuando la vida te parezca injusta, asegúrate de entrar en la presencia de Dios. Él es nuestro refugio.
Señor Dios, mantente cerca de todos los que hoy luchan con preguntas difíciles. Acércalos a tu presencia. Por el amor de Jesús, amén.
La impaciencia a veces nos lleva por senderos que pueden ser peligrosos. Cuántas veces hemos tomado un atajo en el camino o una decisión apresurada para después darnos cuenta que hubiera sido mejor esperar. No podemos correr más que nuestro bondadoso y sabio Dios, y conocer su voluntad envuelve pasar tiempo con él.
Al comenzar este nuevo año, veremos en enero muchas experiencias diferentes mientras reflexionamos sobre los Salmos. La vida está llena de altibajos, victorias y fracasos, alabanzas y lamentos, y los Salmos les dan voz a todos. Estas canciones y oraciones no solo comparten el consejo y el consuelo de Dios, sino que también nos ayudan a encontrar una voz cuando ignoramos la sabiduría y necesitamos ayuda para volver a la normalidad.
Arthur Schoonveld
Art Schoonveld es un ministro jubilado de la Iglesia Cristiana Reformada. Antes de retirarse en 2001, sirvió a iglesias en California, Illinois y Michigan. Desde su jubilación ha trabajado a tiempo parcial para la denominación y ha servido como pastor interino. Art y su esposa, Anita, tienen cuatro hijos y nueve nietos.
Art Schoonveld es un ministro jubilado de la Iglesia Cristiana Reformada. Antes de retirarse en 2001, sirvió a iglesias en California, Illinois y Michigan. Desde su jubilación ha trabajado a tiempo parcial para la denominación y ha servido como pastor interino. Art y su esposa, Anita, tienen cuatro hijos y nueve nietos.