25 de julio del 2021
Lamentaciones 3:19-33
RECUERDOS QUE TRAEN ESPERANZA
”Pero una cosa quiero tener presente y poner en ella mi esperanza”.Lamentaciones 3:21
Jeremías fue testigo ocular de la destrucción de Jerusalén. Vio la ciudad rodeada y saqueada por enemigos. Vio el templo de Jerusalén quemado y las personas de la ciudad pasadas al filo de la espada. Hubo llanto y dolor, gemidos y lamentos. Los ancianos fueron pisoteados por las botas de los soldados caldeos y los niños arrastrados por las calles como barro. Los jóvenes fueron llevadas a la fuerza y las madres lloraban por sus hijos. La imagen era de total desolación.El profeta lloró amargamente por esta realidad dolorosa. Sin embargo, llegó un momento en el que decidió contener en el pecho su dolor. Dejó de alimentar su alma de ajenjo y buscó en los archivos de la memoria aquello que le podía dar esperanza. Jeremías tomó la decisión de empezar de nuevo. Aquellos que alimentan el alma sólo con amargos recuerdos terminan enfermos. Aquellos que no se liberan del pasado y no se disponen a recomenzar terminan siendo vencidos por el dolor.Como Jeremías, es importante tomar una decisión: traer a la memoria aquello que nos pueda dar esperanza. La única esperanza que tenemos es la misma que consoló a Jeremías: “El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan; ¡qué grande es su fidelidad! ¡El Señor lo es todo para mí!” (Lam. 3:22-24).
Querido Dios: mi vida está en tus manos, conoces mis alegrías y tristezas, mis victorias y derrotas. Ayúdame a ver cada día como un regalo de tu amor. En el nombre de Jesús, Amén.
Tengo la alegría de presentar a nuestros lectores el Cada día de Julio. Aquí se trata un asunto muy alentador. En el camino de la vida podemos experimentar el cuidado de Dios. Él está de nuestro lado como una sombra a nuestra mano derecha. Nos guía con su consejo, reafirma nuestros pasos en la roca, pone una canción de victoria en nuestros labios y nos sostiene con su poder. Mi esperanza es que los siguientes textos sean un bálsamo para tu corazón, un aliento para tu alma y que tú, incluso en las circunstancias más difíciles de la vida, sepas que Dios te está cuidando. Nunca te dejará ir. Puedes confiar en Él. Lee cada texto con oración y pide al Espíritu Santo que aplique estas verdades divinas a tu corazón para que tú y tu familia experimenten las alegrías incalculables del cuidado divino. ¡Estoy seguro que, en los brazos del Eterno, encontrarás descanso y consuelo, alegría y paz, restauración y entusiasmo para vivir!
Hernandes Dias Lopes
Rev. Hernandes Dias Lopes es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Portugués “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.