05 de mayo del 2021
1 Tesalonicenses 5:12-24
ES TIEMPO DE DAR GRACIAS
“Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que Él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:18
Mucha gente usa una agenda para distribuir ordenadamente su tiempo. Es importante porque dicen que, a diferencia del dinero, el tiempo no se puede ahorrar. Y una buena organización nos ayuda a aprovecharlo mejor. En el libro de Eclesiastés está escrito: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…”
Sin embargo, cuando se trata de agradecer cualquier momento es apropiado. Nuestra vida debería ser un instante eterno de acción de gracias y no algo de lo que nos acordamos cuando estamos en la iglesia y se anuncia una oración de gratitud. Ésa es precisamente la exhortación del pasaje de hoy.
Podemos agradecer a Dios por las cosas que disfrutamos como humanos. El aire que respiramos, la belleza de la naturaleza, y la vida familiar que disfrutamos. Pero ¿se ha tomado tiempo últimamente para agradecer a Jesús por liberarnos, salvarnos, por haber ocupado nuestro lugar en la cruz, y por habernos mostrado su gracia al incluirnos en sus propósitos eternos? Yo quiero agradecer a Dios hoy por haber cambiado mi historia, por haber transformado mi dolor en alegría continua, por darle la salud a mi familia. Quiero apartar un momento para solo agradecer, agradecer y agradecer. Y usted, ¿ya le dio gracias hoy?
Gracias, Señor Dios, por tantas bendiciones en mi vida. Ayúdanos a no ser ingratos... nunca. En el nombre de Jesús, amén.
Se ha ido ya una quinta parte del siglo XXI y no volverá más. Y, para asombro de todos, la pandemia del Covid-19 ha terminado con millares de vidas. ¿Qué hemos hecho para que la obra de Dios sea conocida en todos los rincones de la tierra? ¿Cómo hemos contribuido para que la Palabra de Dios esté a la disposición de las personas? Entiendo que nuestro día a día esté lleno de tareas, de compromisos que cumplir y cuentas qué pagar... pero ¿qué hemos hecho por la obra de Dios y por la divulgación de su evangelio? Vamos a reflexionar un poco sobre este tema con algunos pasajes que nos ayudarán a responder a esta pregunta: ¿Qué es lo que Dios espera de cada uno de nosotros? Nuestro deseo es que seamos identificados como predicadores del Evangelio de la Salvación, del mensaje de vida por medio de Cristo que un día llegó hasta nosotros
Edison Souza
Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas São Paulo, Brasil