16 de marzo del 2021
Lucas 18:9-12
¿QUÉ VIENE ANTES DE UNA CAÍDA?
“El fariseo... oraba así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás... yo ayuno dos veces a la semana”.
Lucas 18:11-12
El orgullo puede introducirse de muchas formas en las personas que tratan de servir a Dios, incluso si comienzan de manera humilde. El camino del ayuno, por ejemplo, está pavimentado de buenas intenciones y plagado de votos rotos. Con un suspiro, algunos prometen hacerlo mejor la próxima vez. Otros, si han mantenido sus votos, pueden fácilmente ser tentados a sentirse orgullosos de su éxito.
El ayuno y la oración no son instrumentos para la superación personal sino recursos para ayudarnos a sentir cuán necesitados estamos del amor y la misericordia de Dios. El orgullo en la abnegación es contraproducente. El fariseo de esta parábola se jactaba de que no era como “ladrones, malhechores, adúlteros, ni siquiera como [el] recaudador de impuestos” cercano. Se creía mucho mejor que todos los demás, y estaba seguro de que Dios lo recompensaría.
Si queremos jactarnos de algo, dice Pablo, debemos hacerlo en “Jesucristo, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” (1 Corintios 1:30). Pablo conocía el orgullo espiritual. Durante mucho tiempo estuvo convencido que era mejor que los seguidores de Cristo y trató de exterminarlos (Hechos 8:3; 9:1). El orgullo espiritual encoge tanto el alma que no deja lugar para el amor a Dios ni al prójimo.
Amado Señor, líbranos de nuestro orgullo egoísta, sabiendo que estamos perdidos y sin poder hacer nada bueno sin ti. Que podamos jactarnos solo en ti y en tu amor y gracia. Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.