Mateo 6:25-27
¿QUÉ TE ESTÁ COMIENDO?
“Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir”.
Mateo 6:25
Jesús nos enseña a pedirle a Dios nuestro alimento cada día. Sin embargo, en la cultura actual, a menudo nos sentimos tentados a pensar más en la comida “cada vez que yo la quiera”.
La gula es el pecado del deseo desmesurado e insaciable de complacer nuestros apetitos. Los banquetes en la antigua Roma ejemplifican la glotonería: después de consumir todo tipo de manjares, los invitados se provocaban el vómito para poder comer más. Pero el ritmo de atragantarse y purgarse no es saludable. Un proverbio francés dice: “Un glotón cava su propia tumba con los dientes”.
El deseo desmesurado de comer y beber, escribe el novelista Peter De Vries, “es un escape emocional, una señal de que algo nos está comiendo”. El deseo ordinario de la comida diaria se alimenta de la confianza en la provisión de Dios, no de la dependencia en nuestras propias estratagemas.
Una buena razón para ayunar es que nuestros problemas comenzaron con el deseo del fruto prohibido en el Edén, un fruto que era agradable como alimento y representaba poder y conocimiento a la vez. Con nuestros dientes hemos estado cavando nuestras propias tumbas. La mayordomía de nuestro pan de cada día es una expresión íntima de nuestra vida de comunión con Jesús. Disfruta el regalo diario de la comida, sin permitir que ella te coma.
Por la salud, las fuerzas y el alimento diario, alabamos tu nombre, oh, Señor. Ayúdanos a apreciar tus provisiones diarias y no vivir deseando más. En el nombre de Jesús, Amén.