24 de febrero del 2021
Efesios 5:22-33
AMOR CONYUGAL
“Esposos, amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella”. Efesios 5:25
En este pasaje se habla de la relación conyugal. Después de mencionar que la mujer debe ser sumisa a su marido como la iglesia lo es a Cristo, Pablo pasa a enseñar que el marido debe amar a su mujer como Cristo amó a la Iglesia. El estándar que se exige al marido es más elevado del que se establece para la mujer. La gran pregunta es: ¿cómo amó Cristo a la iglesia?
Primero, con amor perseverante. Cristo amó a los suyos que estaban en el mundo hasta el fin (Juan 13:1). Así es el amor con que el marido debe amar a su mujer. No es amar hasta el primer malentendido, sino amor hasta el fin. Segundo, con amor santificador. Cristo amó a la iglesia para santificarla. El amor del marido debe hacer mejor la vida de su mujer. Ella debe ser santificada por el simple hecho de relacionarse con él y ser objeto de su amor.
Tercero, con amor romántico. El marido debe amar a su mujer como a sí mismo. Por lo general, nadie aborrece su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Ese cuidado implica acariciar, ser amable en el trato, romántico. El marido no puede ser rudo con su mujer, sino debe tratarla con dignidad, como vaso más frágil. Finalmente, con amor sacrificial. Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. El marido debe amar a su mujer, al grado de morir por ella.
Señor Jesús, gracias por ejemplificar el verdadero amor para que la relación matrimonial sea vindicada en estos tiempos difíciles. En Cristo Jesús, Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.