21 de febrero del 2021
Gálatas 2:18-21
EL AMOR DE JESÚS
“…vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí”.
Gálatas 2:20
¿Por qué se entregaría una persona completamente a Cristo y viviría para él? ¿Por qué renunciaría a la gloria y la fama propia para permitir que la vida del Hijo de Dios se manifieste en la suya? El apóstol Pablo nos explica las razones. La primera es el amor de Cristo por él. Cristo lo amó con amor eterno. Por ese amor dejó su gloria y tomó una forma humana. Por amor, siendo Dios, se hizo hombre; siendo Señor de señores se hizo siervo; siendo rico se hizo pobre; siendo eterno entró en el tiempo; siendo trascendente se volvió inmanente; siendo santo fue hecho pecado.
La segunda es la entrega de Cristo por él. Cristo no lo amó solo en palabras. No escribió su amor en letras de fuego en las nubes, sino las esculpió en la cruz. La cruz fue el palco de su entrega. Podemos afirmar, con vívida convicción, que allí en la cruz pagó nuestra deuda. Allí él fue el sacrificio perfecto y cabal por nuestros pecados.
Allí él sufrió el golpe de la ley que nosotros deberíamos sufrir y sorbió cada gota del amargo cáliz de la ira que deberíamos beber. Allí fue desamparado por los hombres para darnos su completo socorro. Él fue desamparado por su propio Padre para ampararnos eternamente. El amor de Jesús por nosotros nos constriñe. Él nos amó y murió por nosotros para que vivamos para él.
Gracias, Señor, por enseñarnos el máximo ejemplo de amor a través del sacrificio de tu hijo. En Cristo Jesús, Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.