2 Corintios 9:6-15
DIOS AMA AL QUE DA CON ALEGRÍA
“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, porque Dios ama al que da con alegría”.
Corintios 9:7
El apóstol Pablo estaba levantando una ofrenda para los pobres de judea en las iglesias gentiles de las provincias de Acaya y Macedonia, y exhortó a los creyentes a que fuesen generosos en la contribución para personas que nunca habían visto. La generosidad es una evidencia del amor. Pablo no está tratando aquí de la enseñanza acerca del diezmo, sino de una colecta específica, para un propósito específico.
Entonces, afirma que esa ofrenda es voluntaria. Él no especifica una cantidad. Cada uno debe contribuir según haya propuesto en su corazón. Dos indicaciones son dadas por el apóstol: primero, la contribución no se puede hacer con tristeza, sino con alegría. No es una carga, sino un privilegio. La contribución no es un favor que hacemos a Dios y al prójimo, sino una gracia que Dios nos concede.
La segunda indicación es que la ofrenda no debe darse por necesidad, o sea, por una constricción legalista. Cuando ofrendamos para otros esto es algo que nos ayuda más a nosotros que a ellos, pues es más bienaventurado dar que recibir. El Señor ama, no la ofenda, sino al que ofrenda con alegría. Agradar el corazón de Dios es nuestra mayor motivación. Cuanto más nos deleitamos en Dios, más generosos somos. Cuanto más generosos somos, más será Dios glorificado en nosotros y a través de nosotros.
Señor, quiero agradar tu corazón, siendo generoso con los que necesitan. Gracias por es privilegio. En Cristo Jesús Amén.