20 de febrero del 2021
2 Corintios 9:6-15
DIOS AMA AL QUE DA CON ALEGRÍA
“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, porque Dios ama al que da con alegría”.
Corintios 9:7
El apóstol Pablo estaba levantando una ofrenda para los pobres de judea en las iglesias gentiles de las provincias de Acaya y Macedonia, y exhortó a los creyentes a que fuesen generosos en la contribución para personas que nunca habían visto. La generosidad es una evidencia del amor. Pablo no está tratando aquí de la enseñanza acerca del diezmo, sino de una colecta específica, para un propósito específico.
Entonces, afirma que esa ofrenda es voluntaria. Él no especifica una cantidad. Cada uno debe contribuir según haya propuesto en su corazón. Dos indicaciones son dadas por el apóstol: primero, la contribución no se puede hacer con tristeza, sino con alegría. No es una carga, sino un privilegio. La contribución no es un favor que hacemos a Dios y al prójimo, sino una gracia que Dios nos concede.
La segunda indicación es que la ofrenda no debe darse por necesidad, o sea, por una constricción legalista. Cuando ofrendamos para otros esto es algo que nos ayuda más a nosotros que a ellos, pues es más bienaventurado dar que recibir. El Señor ama, no la ofenda, sino al que ofrenda con alegría. Agradar el corazón de Dios es nuestra mayor motivación. Cuanto más nos deleitamos en Dios, más generosos somos. Cuanto más generosos somos, más será Dios glorificado en nosotros y a través de nosotros.
Señor, quiero agradar tu corazón, siendo generoso con los que necesitan. Gracias por es privilegio. En Cristo Jesús Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.