19 de febrero del 2021
1 Corintios 13:1-13
LAS VIRTUDES DEL AMOR
“Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso”.
1 Corintios 13:4
El capítulo 13 de la primera carta de Pablo a los Corintios es el más bello himno acerca del amor. Este pasaje brillante trata acerca de la superioridad del amor sobre los dones, las virtudes excelentes del amor y la permanencia del amor. El amor sobrepasará los umbrales del tiempo para dictar las relaciones en la eternidad. En el texto en cuestión Pablo habla de algunas virtudes del amor.
Lo primero que destaca es que el amor es paciente. Aquellos que se exasperan y pierden el control de sus emociones y atacan al prójimo carecen de amor. También el amor es bondadoso. Eso significa que el amor piensa bien, habla bien y hace el bien al prójimo. Sus intenciones, palabras y acciones son a favor del prójimo y no en contra de él. El amor tampoco da lugar a la envidia, o sea, el amor no es egoísta ni inseguro. La envidia daña la capacidad de disfrutar lo que ya tenemos.
Además, el amor no es presumido ni se enorgullece. El amor no desfila en la pasarela de la fama buscando aplausos. No actúa para atraer elogios. No lanza fuegos artificiales al expresarse. Al contrario, el amor actúa discretamente, lejos de los reflectores. El amor se manifiesta en los bastidores, lejos del centro de atención. El amor busca la promoción del prójimo y no de sí mismo.
Padre amado, gracias por enseñarnos el verdadero significado del amor, y darnos el poder para ejercerlo. En Cristo Jesús, Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.