11 de febrero del 2021
Mateo 5:43-48
AMOR A LOS ENEMIGOS
“Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen”
Mateo 5:44
¡Qué desafío es amar a nuestros enemigos! Amar a los que nos aman es quedarnos en el nivel de los escribas y fariseos. Amar a aquellos que nos favorecen es pagar el bien con el bien. Pero, el estándar de Cristo va más allá de lo natural, es trascendental. Es pagar el mal con el bien. Es amar a los enemigos. Es orar por los que nos persiguen.
Amar a los enemigos implica reconocer que la causa de ese amor no está en el objeto amado, sino en la persona que ama. La causa de ese amor no está en las virtudes de las personas amadas, sino en la disposición de aquel que ama. Amar a los enemigos es imitar a aquel que es perfecto, pues Dios demuestra su propio amor por nosotros en el hecho de haber dado a Cristo para morir por nosotros, siendo aún pecadores. Debemos amar a nuestros enemigos con acciones, sacrificialmente, al punto de socorrerlos en tiempos de necesidad. Nuestros enemigos son nuestro prójimo.
Por eso, ellos también deben ser objeto de nuestro cuidado. Ese cuidado debe llevarnos no solo a evitar pagarles el mal que nos hacen, sino también a ponernos en su favor orando por ellos. En vez de vengarnos de ellos se nos anima a orar por ellos. En vez de vengadores somos llamados a ser intercesores. Amor y oración deben ser la respuesta del cristiano a los que se les oponen y los persiguen.
Padre celestial, bendice a aquellos que han actuado en nuestra contra. Ayúdanos a amarlos de corazón y reflejar tu amor. Por Jesucristo, Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.