1 Timoteo 1:12-17
PABLO Y TIMOTEO: COMPARTIENDO EL QUEBRANTAMIENTO
“…a pesar de que yo antes decía cosas ofensivas contra él, lo perseguía y lo insultaba. Pero Dios tuvo misericordia de mí, porque yo todavía no era creyente y no sabía lo que hacía”. 1 Timoteo 1:13

¿Has pensado alguna vez que para ser mentor se necesita estar más preparado que los demás? Puede que hayas pensado que en lugar de ser mentor lo que necesitas es encontrar uno para ti. Pablo nos ofrece un ejemplo en el que a veces la mentoría incluye compartir las propias luchas. Él decide compartir cómo la gracia de Dios estaba obrando en su vida a pesar de sus errores. Pablo se dio cuenta cómo es la vida sin Cristo. Al nombrar sus pecados tal vez se sorprenda escuchar esta lista: blasfemia, persecución, violencia, ignorancia e incredulidad. ¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a reconocer las formas en que hemos ofendido a Dios? Pablo pudo ser mentor de Timoteo no porque fuera perfecto, sino por la obra que Dios había hecho en su vida. Pablo comparte acerca de su vida pasada para ayudar a Timoteo a ver la gracia que Dios le había mostrado. Pablo no quiere que Timoteo lo vea a él como un héroe, sino que ponga su mirada en Jesús. Los mentores no pretenden tenerlo todo bajo control. La bendición que comparten tiene que ver con la forma en que Cristo se revela en medio de sus propios fracasos. Los mentores comparten su historia de la fidelidad de Dios. Todos tenemos oportunidades de compartir cómo la gracia de Dios ha sido derramada abundantemente en nuestras vidas. ¿No le parece que no es una forma difícil de ser mentor?

Señor, ayúdame a ser honesto acerca de mi pecado, y guíame para hablar a otros de tu gracia. Que mi único orgullo sea Jesucristo. En tu precioso nombre oramos, Amén.
PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com