Entre Amigos: Vol. 11, Episodio 37
Un buen clima es un regalo de Dios. Un mal clima, que empeora cada temporada, debería hacer que nos preguntemos qué estamos haciendo mal.
Interpretar el estado de ánimo de la deidad por los cambios climáticos extremos es algo que los seres humanos han hecho desde que su subsistencia depende de lo que plantan y cosechan. En tiempos bíblicos, y hasta muy recientemente en la historia humana, hemos conectado el clima tanto a la providencia divina como a la ira y el juicio de Dios. En estos días, el pastor y biblista Michael Lefebvre publica un artículo en Christianity Today donde sugiere algún valor profético en el presente cambio climático. Sorprende la admisión de responsabilidad humana en el deterioro del clima global, ya que las personas comprometidas con la práctica religiosa no suelen creer en la existencia de cambio climático por la acción humana. Sin embargo, la tradición judeo-cristiana afirma no solo el control divino de la naturaleza, pero también el ejercicio ético humano en su cuidado. A fin de cuentas, la naturaleza espera ser redimida.
Acompaña a Gerson García para conversar sobre “El clima profético” … Entre Amigos.