11 de noviembre del 2025
Job 12:1-13
APRENDIENDO DE LOS ANIMALES Y AVES
“Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán…”Job 12:7
Una vez, un profesor jubilado confesó que sus nuevos maestros eran… las aves. Al inicio, apenas distinguía entre un gorrión y una golondrina. A todas las llamaba pajarillos. Pero a medida que aprendía a observar, a mirar con detenimiento y paciencia, descubría la singular belleza de cada especie, sus hábitos, su canto, su forma de volar. Aprendió a leer los detalles, y esa atención a lo pequeño transformó también su forma de mirar a las personas. Donde antes había generalizaciones, comenzó a ver historias únicas y maneras diversas en que Dios obra en cada vida. En nuestro pasaje, el patriarca está rodeado de amigos que creen tener todas las respuestas. Le hablan desde la lógica, desde una supuesta sabiduría, pero no desde la compasión ni la humildad. Job, en cambio, señala algo más profundo: hasta los animales, hasta las aves, saben que Dios tiene el control. Ellas no razonan, ni argumentan, ni filosofan. Pero viven con la confianza de que su Creador cuida de ellas. Encuentran alimento, cobijo y dirección, porque dependen de quien las formó. En tiempos de sufrimiento o incertidumbre, no siempre entenderemos todo. Pero podemos aprender a observar, a escuchar la lección del gorrión en el tejado, del halcón en el cielo, de la paloma en la plaza. Podemos redescubrir la presencia constante de Dios en lo pequeño, en lo cotidiano.
Señor Jesús, danos humildad y ayúdanos a prestar atención a las personas que nos rodean y reconocer en ellas tu presencia misericordiosa. Amén.
Jesús dijo: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26). Además de muchas otras cosas de la creación, como las rocas, los árboles, el agua y las flores del campo, Jesús nos hace un llamado a prestar atención a las aves para reflexionar y comprender mejor el amor y el cuidado que Dios tiene por nosotros. Dios ha hecho de las aves una parte hermosa de su creación. También son símbolos y ejemplos de su gran historia de redención, recordándonos la presencia de Dios y la paz que nos trae. En su gracia, Dios nos habla a través de su maravillosa creación para que podamos participar plenamente en sus promesas.
Julia Prins Vanderveen
Trabaja y vive en Vancouver, Columbia Británica, con su esposo, Trevor, y sus tres hijos. Julia ha trabajado junto con su esposo pastoreando una iglesia en Vancouver. También es capellán y profesora de humanidades en la Escuela Cristiana de Vancouver.