09 de octubre del 2025
2 Pedro 3:1-18
GRACIA PARA EL DÍA A DÍA
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”. 2 Pedro 3:18
Este versículo es muy conocido entre muchos creyentes. Algunos lo aprendimos desde pequeños y lo escuchamos al comienzo o al final de nuestras clases bíblicas. Pero esa familiaridad, a veces, puede hacernos perder su profundidad. Podríamos pensar que “crecer” se refiere solo a saber más cosas de Jesús o acumular conocimiento bíblico, como si la fe fuera solo un ejercicio intelectual. Sin embargo, Pedro escribe estas palabras a una comunidad cristiana que enfrentaba persecución, confusión doctrinal y la amenaza real de abandonar la fe. Este llamado a crecer no es académico, es vital. Es una exhortación para permanecer firmes en tiempos difíciles. Para no ser arrastrados por el error, ni vencidos por el desánimo. Crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo es un llamado al crecimiento diario, práctico y constante. Es lo que necesitamos cuando enfrentamos la presión en la escuela, las exigencias en el trabajo, o la convivencia difícil con un vecino conflictivo. Es en esos momentos —los más cotidianos— donde más necesitamos conocer a Cristo y vivir sostenidos por su gracia. Y mientras crecemos en Él, nuestra vida empieza a reflejar su carácter, y su nombre es honrado en medio de nuestras luchas. Ese es el crecimiento que Pedro tenía en mente: un crecimiento que sostiene, transforma y glorifica a Cristo… hasta el día de la eternidad.
Señor, ayúdanos a crecer en gracia, aprendiendo de nuestros errores y confiando en que tu obra se está llevando a cabo en nosotros. Amén.