Zacarías 8
UN MUNDO DE PAZ
“Niños y niñas llenarán las plazas de la ciudad y jugarán en ellas”.
Zacarías 8:5
¿Te imaginas un mundo donde la paz sea real? Donde los niños puedan jugar sin miedo, los ancianos sean honrados y cada persona sea valorada sin importar su origen. Un lugar donde no haya injusticia, violencia ni prejuicios. Eso es lo que el profeta Zacarías vio en su visión: un futuro en el que Dios restauraría todas las cosas. Un mundo donde la única supremacía que importa es la del amor y la justicia divina.
Pero esta realidad no la puede construir ningún sistema humano. Por más que intentemos, el mundo sigue quebrantado. A lo largo de la historia hemos visto cómo la discriminación, la opresión y la división han destruido sociedades. Nada de esto es parte del plan de Dios.
El shalom de Dios, esa paz plena y restauradora, no es una utopía. Es su visión para el mundo, de aquellos que forman parte de su pueblo. Pero, ¿cómo se alcanza esa plenitud? La respuesta está en el mismo capítulo de Zacarías: "¡Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!" (Zacarías 8:23). Solo cuando Dios es el centro, la transformación es real. Solo cuando las personas buscan su presencia, el cambio es profundo y duradero. ¿Estamos reflejando la paz y justicia de Dios en nuestra vida diaria? Dios nos llama a ser portadores de su esperanza. El mundo necesita más que palabras: necesita ver en nosotros una prueba viva de que su reino está cerca.
Dios de paz, gracias por hablarnos a través de tus siervos los profetas, a quienes revelaste la visión de otro mundo posible. En Cristo, Amén.