14 de agosto del 2025
Amós 5:21-27
¿CORAZONES RENDIDOS O RUTINA?
“No quiero los holocaustos que ofrecen en mi honor, […] no aceptaré […] sus sacrificios de reconciliación”. Amós 5:22
¿Puede Dios rechazar nuestra adoración? Parece impensable, pero eso es exactamente lo que dice en este pasaje. El pueblo de Israel seguía ofreciendo holocaustos y sacrificios, cumpliendo con los rituales religiosos que Dios mismo había ordenado. El templo estaba lleno de incienso, cantos y ofrendas… pero vacío de justicia, amor y obediencia. Dios no estaba rechazando los sacrificios en sí, sino el corazón con el que se ofrecían. El problema no era el altar, sino la hipocresía del pueblo, que pretendía honrar a Dios mientras vivía en corrupción, opresión y pecado. El profeta Amós denuncia cómo los líderes oprimían a los débiles, pervertían la justicia y descuidaban la misericordia. Adoraban con sus labios, pero no con sus vidas. La adoración verdadera no es solo lo que hacemos en el templo, sino cómo vivimos cada día. Dios no busca rituales vacíos, sino corazones transformados. ¿Es nuestra adoración un acto mecánico, una rutina religiosa, o una expresión genuina de amor y obediencia a Dios? Para quienes han crecido en la iglesia, este peligro es aún más difícil de detectar. Ya conocen los rituales, las palabras correctas y las conductas esperadas, y pueden pasar años sin preguntarse si su presencia misma agrada realmente a Dios. Por eso, debemos recordar que Dios no quiere sacrificios sin compromiso. Él quiere corazones rendidos a Él.
Dios poderoso, te entrego mi vida como sacrificio sincero. Hazme un siervo obediente que solo te ofrezca la más agradable de las ofrendas. En el nombre de Cristo Jesús, Amén.
A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre siempre ha conocido, buscado y necesitado el poder mayor que proviene de Dios. Sin embargo, las filosofías modernas, o no tan modernas, han introducido en la mente humana el concepto de dioses y deidades, a quienes pueden acudir en busca de ayuda en un momento de desesperación. Como cristianos, tenemos el deber, la obligación y el compromiso de proclamar que sólo en Dios podemos alcanzar el éxito en nuestras vidas, planes y deseos. Sólo bajo el poder de Dios podremos completar nuestro camino, pues es de quien dependemos. Dios es bueno todo el tiempo y está dispuesto a ayudarnos… Está a solo una oración de corazón, busquémosle juntos. ¡Feliz lectura!
Edison Souza
Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.