Miqueas 5:1-15
PRESTA ATENCIÓN A LAS SEÑALES
“En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel…”
Miqueas 5:2
La historia de Jesús no comenzó en un pesebre en Belén. Su llegada fue anticipada, anunciada y descrita en el Antiguo Testamento de diversas maneras. En esta profecía de Miqueas, se revela que el Mesías nacería en Belén, la misma ciudad donde nació el rey David. Un lugar pequeño y sin importancia, pero elegido por Dios para el mayor acontecimiento de la historia: la llegada de su Hijo, Jesús, también llamado "Hijo de David".
Belén fue testigo de múltiples intervenciones divinas, y su elección nos recuerda algo esencial: Dios no se guía por la grandeza humana, sino por sus propósitos eternos. Él elige dónde actuar, cómo hacerlo y a quién usar, y muchas veces lo hace de formas que el mundo no espera. El problema es que los seres humanos solemos ser expertos en interpretar señales terrenales, pero torpes para discernir las señales del cielo. Nos preocupamos por leer el clima, prever cambios económicos o analizar tendencias sociales, pero ¿estamos atentos a lo que Dios nos quiere decir?
Dios sigue hablando. Sus señales están a nuestro alrededor, pero solo quienes tienen un corazón dispuesto podrán reconocerlas. ¿Estás atento a lo que Dios quiere mostrarte? ¿O estás demasiado distraído con lo pasajero? Mira al Señor, escucha su voz y sigue sus señales. Nuestra ayuda viene de nuestro Padre celestial.
Dios santo y poderoso, enséñame, entréname para cumplir con tus propósitos divinos. En el nombre de Jesús, Amén