Jeremías 33:1-13
DIOS NOS DESAFÍA A BUSCARLO
“Llámame y te responderé, y te anunciaré cosas grandes y misteriosas que tú ignoras”.
Jeremías 33:3
Este versículo es conocido como “el teléfono de Dios” o “la línea directa con Dios”. Jeremías recibe esta promesa mientras está en la cárcel, un lugar donde hoy en día los dispositivos de comunicación estarían restringidos. A pesar de su confinamiento y la falta de recursos, Jeremías no tiene ninguna limitación para hablar con Dios. La oración no conoce barreras; no importa dónde estemos, siempre tenemos libre acceso al trono de Dios.
Esto es así porque Dios desea que lo busquemos. Su llamado es claro: "Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón" (Jeremías 29:13). En un mundo lleno de caos e incertidumbre, podemos preguntarnos: ¿dónde podemos encontrar a Dios? A veces, nuestras dudas pueden nublar nuestra búsqueda. Pero Dios no está lejos. El salmista nos lo recuerda: "El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza" (Salmo 34:18).
La promesa en Jeremías 33:3 es un mensaje directo a Jeremías, pero también nos habla a nosotros. Dios tiene planes que superan nuestro entendimiento, y aunque a veces no veamos con claridad, Él nos revelará lo que necesitemos saber en Su momento. Aun en tiempos de adversidad, hay esperanza en lo que Dios está haciendo. Tómate un momento para clamar a Dios. Él te escucha, te responde y te revela sus planes en su tiempo perfecto.
Oh, Señor, gracias porque tú eres un Dios accesible para tu pueblo. Por eso confiamos en que tus planes son siempre buenos para tus hijos. En Jesús, Amén.