Salmo 20:6-9
SABEMOS EN QUIÉN CONFIAMOS
“Unos cuentan con sus carros de guerra y otros cuentan con sus caballos; pero nosotros contamos con el Señor nuestro Dios”.
Salmo 20:7
Cuando llegan los tiempos difíciles, es natural buscar seguridad en algo tangible. Algunos confían en su riqueza, otros en su poder, en sus conexiones o en sus propias habilidades. En la época del salmista, los carros de guerra y los caballos representaban la fuerza militar y la seguridad nacional. Hoy, podrían simbolizar nuestras cuentas bancarias, nuestras posiciones, nuestros títulos o cualquier otro recurso en el que pongamos nuestra confianza.
Pero el Salmo 20:7 nos hace una pregunta desafiante: ¿Dónde está puesta nuestra verdadera confianza? El mundo nos ofrece muchas alternativas para sentirnos seguros, pero ninguna de ellas es suficiente. La historia ha demostrado que la riqueza desaparece, los gobiernos caen, la fama es efímera y la fuerza humana tiene límites. Solo Dios permanece inmutable.
Como hijos de Dios, debemos tomar la decisión de confiar plenamente en Él. Esto implica someternos a su voz y depender de su guía, incluso cuando las circunstancias parecen desafiantes. No se trata de ignorar los medios humanos, sino de recordar que nuestro auxilio no proviene de ellos, sino del Señor. Acude a él, no busques respuestas en lo que no puede sostenerte. Ora, clama a Dios y descansa en su fidelidad. No hay otro mediador entre nosotros y el Padre, sino Cristo. Él es suficiente, su poder es inquebrantable y su amor es eterno.
Oh Dios, aparta de mí a todo aquello que se interponga entre tú y yo. Dame la voluntad para escucharte y obedecerte solo a ti. En Jesucristo tu hijo. Amén.