Romanos 10:5-15
¿QUIÉN GOBIERNA TU VIDA?
"Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación". Romanos 10:9
A primera vista, la oferta de salvación presentada en este pasaje parece imposible de rechazar. Sin embargo, sin el contexto adecuado, podría dar la impresión de que la fe se reduce simplemente a reconocer dos verdades ampliamente conocidas: el señorío de Jesucristo y la veracidad de su resurrección. Pero ¿es la fe solo un asentimiento intelectual, o implica algo más profundo y transformador?
Sin duda que Dios nos ofrece a todos el precioso regalo de la salvación a través del sacrificio de su Hijo, Jesucristo. Por medio de su muerte y resurrección, somos reconciliados con Dios, nuestros pecados son perdonados y se nos concede la vida eterna. Sin embargo, aceptar esta oferta significa rendirse completamente al señorío de Cristo en cada área de nuestra vida. No hay aspectos que queden fuera de su autoridad ni rincones ocultos.
Los primeros cristianos entendieron esto muy bien. Vivían en un mundo donde otros "señores" exigían su lealtad, pero no transigieron, ni siquiera ante el poder del César romano. Su fidelidad a Cristo les costó la persecución, el rechazo e incluso la vida, pero entendían que el único Señor digno de su entrega era aquel que venció la muerte y les ofreció la vida eterna. Y esto es algo que debemos recordar hoy: aceptar su salvación es más que un acto de fe; es una declaración de lealtad a su señorío.
Dios misericordioso, gracias por la salvación en Jesucristo. Ayúdanos a vivir honrándote y glorificándote. Danos la valentía para compartir la salvación con otros. En Jesús, amén.