1 Tesalonicenses 5:12-18
EL PODER DE LA GRATITUD
"Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús". 1 Tesalonicenses 5:18
Imagina despertar cada mañana con un corazón lleno de gratitud, viendo la vida no a través de lo que falta, sino de todo lo que Dios ya te ha dado. Cuando elegimos ser agradecidos, reconocemos la bondad y fidelidad de Dios en cada detalle de nuestra existencia. Nos volvemos más conscientes de las maravillas de la creación, del amor de quienes nos rodean y de los incontables regalos que nuestro Padre celestial nos ha concedido. Ser agradecidos nos transforma porque nos ayuda a enfocarnos en la provisión de Dios, en lugar de en nuestras carencias.
Pero la gratitud genuina no depende de circunstancias favorables. Es fácil agradecer cuando todo va bien, pero el verdadero desafío es aprender a dar gracias en medio de las pruebas. Incluso en los momentos difíciles, hay razones para agradecer. Podemos estar agradecidos por la presencia constante de Dios, por su consuelo en tiempos de dolor y por las lecciones que aprendemos en cada desafío.
Sobre todo, nuestra mayor gratitud nace de la obra de Jesucristo. Él nos ha salvado del pecado y de la muerte a través de su sacrificio en la cruz. Hemos recibido una gracia inmerecida, el perdón total y la promesa de la vida eterna. No hay mayor motivo para agradecer que este: Dios nos ha amado con un amor inquebrantable. Elige, pues, vivir como una persona agradecida a Dios en todo.
Querido Señor, te agradecemos por las muchas bendiciones que nos concedes cada día. Ayúdanos a ver tu bondad en cada aspecto de la vida y a ser siempre agradecidos. En Jesús, Amén.