Salmo 103:1-18
UN PADRE SEGÚN EL MODELO DE DIOS
"El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos". Salmo 103:13
¡Qué gran bendición es la paternidad! Ser padre es un tesoro invaluable, una oportunidad para reflejar el corazón de Dios en la vida de nuestros hijos. Más que un título, es una responsabilidad sagrada con un impacto eterno, pues los padres tienen el privilegio de criar, guiar y amar con el amor y la sabiduría de Dios.
Nuestro mundo necesita figuras paternas fuertes y amorosas, que se mantengan firmes ante las tendencias culturales que menosprecian y debilitan la paternidad. Pero ¿dónde podemos encontrar el modelo perfecto para guiarnos en esta tarea? El salmista eleva su mirada al cielo y descubre que Dios es el Padre supremo, aquel que nos muestra con su amor y justicia lo que significa ser un verdadero padre. No en vano lleva el título de Padre celestial. ¡Cuánta bendición experimentarían las familias si en lugar de seguir los patrones de la cultura, abrazaran la enseñanza bíblica sobre la paternidad!
Como seres humanos, somos imperfectos y en ocasiones fallamos. Sin embargo, Dios, nuestro Padre perfecto, nos da su gracia y nos capacita con la fuerza y sabiduría necesarias para cumplir con este llamado. Que nuestra vida refleje el amor y la provisión de Dios. Que nuestros hijos vean en nosotros un ejemplo vivo de fe, compromiso y entrega. El mayor legado que podemos dejar es un legado de amor, fe y confianza en Cristo.
Padre celestial, gracias por el don de la paternidad. Danos sabiduría, paciencia y amor para guiar a nuestros hijos. Y ayúdanos a reflejar tu gracia y amor. En Jesús, amén.