1 Corintios 7:1-9
SOLTERO, PERO NO SOLO
"Sin embargo, quisiera que todos fueran solteros, igual que yo; pero cada uno tiene su don específico de Dios, unos de una clase y otros de otra". 1 Corintios 7:7
¿Sientes que el tiempo avanza y la soltería se convierte en un peso? ¿Te asusta la idea de llegar solo a la vejez? Antes de apresurarte, detente un momento y cambia de perspectiva: la soltería no es un problema que resolver, es un regalo que aprovechar.
Ser soltero te da la oportunidad de enfocarte completamente en Dios y en el propósito que Él tiene para tu vida. No es una etapa de espera, sino una temporada de crecimiento, de explorar tus pasiones y de servir sin distracciones. Puedes desarrollar una intimidad más profunda con Dios y seguir su llamado con total libertad. Ese es el caso de Pablo y la razón de su llamado en este pasaje. Para Pablo, estar soltero no era una carga, sino una bendición que le permitía dedicarse por completo a la obra de Dios, sin las preocupaciones que conlleva el matrimonio. Por supuesto, esto no significa que el matrimonio sea algo malo.
Mientras el mundo vende la idea de que la plenitud solo se encuentra en una relación romántica, Dios ve en la soltería un tiempo valioso, lleno de oportunidades para marcar la diferencia. Si estás soltero, busca la guía de Dios, invierte tu tiempo en relaciones que lo glorifiquen y sirve con pasión. Y recuerda: tu valor no depende de tu estado civil, sino de tu identidad como hijo amado de Dios. Confía en Él, porque su plan para ti es perfecto, sea cual sea tu situación.
Querido Dios, gracias por las personas solteras que buscan tu propósito fielmente. Dales satisfacción, sabiduría y una vida cercana a ti. Úsalos para tu gloria. En Jesús, amén.