04 de junio del 2025
2 Samuel 5:6-10
DAVID CONQUISTA JERUSALÉN
“Sin embargo, David capturó la fortaleza de Sión, ahora conocida como la Ciudad de David”. 2 Samuel 5:7
La historia de Jerusalén no es solo un relato del pasado; de alguna manera, es también nuestra historia. Desde los días de Abraham, Dios ya tenía planes para esta ciudad. Allí, el patriarca se encontró con Melquisedec, rey y sacerdote, una figura de Cristo, y en reconocimiento, le entregó el diezmo. Aunque había sido derrotada en tiempos de los Jueces, fue David quien finalmente la conquistó y la estableció como la capital de Israel. Pero David no solo tomó la ciudad, la hizo el centro de la adoración a Dios. Llevó allí el Arca del Pacto, símbolo de la presencia del Señor, y estableció allí su trono. Construyó su palacio y dejó todo listo para que su hijo Salomón edificara el templo. Pero Jerusalén es más que una ciudad en el mapa. Es un símbolo de lo que somos y de lo que seremos. Aquí en la tierra, somos la iglesia militante, caminamos por fe, enfrentamos pruebas y luchamos con la certeza de que pertenecemos a un reino que nunca será sacudido. Pero un día, estaremos en la Nueva Jerusalén, la ciudad santa, la morada eterna de los redimidos. Allí, ya no habrá lágrimas, ni dolor, ni muerte. Tal vez hoy te sientas en el desierto, como Israel antes de entrar a la Tierra Prometida. Tal vez anhelas un descanso, una respuesta, una señal de esperanza. Pero recuerda: nuestra verdadera casa no está aquí, sino en la Jerusalén celestial.
Bendito seas, Señor, porque tú nos has preparado un lugar para vivir eternamente contigo. Ayúdanos a recordarlo en las luchas del presente. En Cristo, amén.
Tenemos la gran alegría de presentar a nuestros lectores el Cada Día de junio de 2025. Durante este mes, hablaremos de los altibajos de la vida de David, rey de Israel. El hombre conforme el corazón de Dios, ungido por Dios, pastor de ovejas, compositor de salmos, arpista, guerrero y conquistador, después de alcanzar la cima del poder, se desliza desde la cima de la pirámide hacia las profundidades del pecado. David codicia a la mujer de su prójimo, comete adulterio con ella, miente a su familia, engaña a la nación, mata al marido de la mujer, se casa con la viuda y disimula ante todos. David ve cómo su familia se desintegra, su reino se debilita y su vigor se agota. Pero David se arrepiente, llora, confiesa su pecado y recibe el perdón de Dios. David convirtió sus penas más profundas en salmos de lamento y sus alegrías más puras en salmos de alabanza. Leamos ahora sobre los altibajos de este hombre llamado “el dulce salmista de Israel”.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.