2 Samuel 12:14-31
CONSECUENCIAS DEL PECADO DE DAVID
“Pero como has ofendido gravemente al Señor, tu hijo recién nacido tendrá que morir”. 2 Samuel 12:14
El efecto del pecado es devastador. La tormenta que causa es abrumadora. Dios perdonó el pecado de David, pero no detuvo sus consecuencias. David pagó cuatro veces más por lo que le había hecho a Urías. El hijo nacido de Betsabé murió. Amnón fue asesinado por orden de Absalón. Absalón fue asesinado por Joab y Adonías fue asesinado por orden de Salomón. Cuatro hijos de David murieron porque la espada no se apartó de su casa.
Lo que David hizo contra Urías terminó volviéndose en su contra con aún mayor severidad. El pecado nunca paga lo que promete. Ofrece placer momentáneo, pero deja una vida entera de tormento. Promete libertad, pero encadena. Promete vida, pero destruye. El pecado siempre te llevará más lejos de lo que imaginabas, te atrapará por más tiempo del que pensabas y te costará más de lo que estabas dispuesto a pagar. Es un engaño cruel, un fraude absoluto.
Su apariencia es atractiva, pero esconde el verdadero aspecto de la tragedia. Su carnada es apetitosa, pero esconde el anzuelo de la muerte. Su banquete está lleno de apetecibles manjares, pero quienes se dan un festín sólo encuentran el menú de la muerte. Huye del pecado. No sigas las inclinaciones de tu corazón corrupto. Huye de los ambientes resbaladizos. Pide a Dios su auxilio, pues él te ha dado de su Espíritu para evitar al pecado y sus efectos.
Gracias, Dios, porque tú nos aseguras que no estamos a merced de la tentación. Ayúdanos a depender de tu Espíritu y a confiar en el poder de tu gracia. En Cristo, amén.