18 de junio del 2025
2 Samuel 12:1-12
CUANDO DIOS NOS CONFRONTA
“Entonces Natán le dijo: —¡Tú eres ese hombre!”. 2 Samuel 12:7
Los meses pasaron. Betsabé estaba a punto de dar a luz y David seguía guardando las apariencias, convencido de que su pecado había quedado atrás. Pero el pecado siempre sale a la luz. Y cuando Dios decide confrontarnos, lo hace con precisión. Por eso envió a Natán. Un hombre de Dios con un mensaje y una misión difícil: enfrentar al rey en la cima de su poder y revelar lo que creía haber enterrado. Natán no llega con acusaciones directas. Dios conoce el corazón humano y sabe que el pecado adormece la conciencia. Así que el profeta cuenta una historia: Un hombre rico con muchas ovejas y ganado recibe una visita. Pero en vez de tomar una de sus muchas ovejas para alimentar a su invitado, le roba la única oveja a un hombre pobre, una oveja que era como parte de su familia. David se llena de ira. ¡Ese hombre merece la muerte! dice, sin darse cuenta de que se está condenando a sí mismo. Entonces, Natán lo mira a los ojos y pronuncia las palabras que cambiarían todo: “¡Tú eres ese hombre!”. El rey quedó expuesto. Se vio a sí mismo como Dios lo veía. Su pecado ya no era una historia oculta, sino una traición flagrante delante del cielo. Pero en lugar de justificarse, se humilló, confesó su pecado y encontró perdón en Dios. ¿Qué harás cuando Dios te diga “Tú eres ese hombre”? ¿Seguirás justificando tu pecado o correrás a los brazos del Padre?
Bendito Dios, si mi corazón está anestesiado por el pecado, despiértame. No quiero esconderme, quiero ser restaurado por Ti. En Cristo, Amén.
Tenemos la gran alegría de presentar a nuestros lectores el Cada Día de junio de 2025. Durante este mes, hablaremos de los altibajos de la vida de David, rey de Israel. El hombre conforme el corazón de Dios, ungido por Dios, pastor de ovejas, compositor de salmos, arpista, guerrero y conquistador, después de alcanzar la cima del poder, se desliza desde la cima de la pirámide hacia las profundidades del pecado. David codicia a la mujer de su prójimo, comete adulterio con ella, miente a su familia, engaña a la nación, mata al marido de la mujer, se casa con la viuda y disimula ante todos. David ve cómo su familia se desintegra, su reino se debilita y su vigor se agota. Pero David se arrepiente, llora, confiesa su pecado y recibe el perdón de Dios. David convirtió sus penas más profundas en salmos de lamento y sus alegrías más puras en salmos de alabanza. Leamos ahora sobre los altibajos de este hombre llamado “el dulce salmista de Israel”.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.