Filipenses 4:1-9
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO ES ALEGRÍA
"Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca".Filipenses 4:4-5
¡Que emocionantes son los fines de curso! Cuando terminan las clases y los exámenes quedan atrás, el estrés acumulado durante semanas se disipa y es fácil notar las caras sonrientes por todas partes. En muchas situaciones, la liberación del estrés puede provocar sonrisas y alegría, y, por supuesto, momentos de celebración.
¿Te sorprendería saber que una de las instrucciones más repetidas en la Biblia es "sé feliz"? Aunque tal vez no siempre encontremos la palabra "feliz" en sus páginas, al considerar términos como "regocijarse", "estar gozosos" y "alegrarse", nos damos cuenta de que este mandato aparece con gran frecuencia en las Escrituras. Incluso el famoso título de una canción de otra época, "No te preocupes, sé feliz", parece reflejar este principio que Dios nos enseña.
Lo más asombroso es que Dios no solo nos llama a vivir con alegría, sino que Él mismo es quien la produce en nosotros a través de su Espíritu. Y lo hace no solo cuando todo marcha bien, sino también en medio de las pruebas. Un ejemplo poderoso de esto se encuentra en Hechos 16:25-34, cuando Pablo y Silas, a pesar de estar encarcelados y encadenados, pudieron cantar con gozo. Quienes caminan guiados por el Espíritu pueden encontrar alegría en cualquier circunstancia, porque no depende de lo que sucede alrededor, sino de la confianza en Aquel que da paz y gozo verdaderos.
Espíritu Santo, te agradecemos por llamarnos a estar siempre alegres en el Señor, y por producir esa alegría en nuestras vidas con tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.