04 de mayo del 2025
1 Corintios 13:1-13
LA NATURALEZA DEL AMOR
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor".1 Corintios 13:13
Es difícil no quedar asombrado por la manera en que el apóstol Pablo habla del amor en este pasaje. Son palabras bastante conocidas que capturan la esencia de lo que todos anhelamos en nuestras relaciones: un amor genuino, inquebrantable y paciente. Pablo no describe un amor basado en emociones pasajeras, sino en un compromiso activo, perseverante y desinteresado. Un amor que no busca lo suyo, que no se irrita fácilmente, que lo soporta todo. En este sentido, el ideal que presenta parece inalcanzable para la naturaleza humana. Pero es precisamente en ese reto donde radica su poder. Porque es solo cuando reconocemos nuestra incapacidad de amar de esa manera por nuestras propias fuerzas que nos acercamos con humildad a aquel que puede hacerlo una realidad en nuestras vidas. Es en ese reconocimiento de nuestra insuficiencia donde comienza la verdadera transformación. Tenemos que pedir a Dios con el corazón que nos moldee y que haga crecer en nosotros el amor que solo Él puede dar. Es esto lo que marca una diferencia entre nosotros y quienes no conocen a Cristo. Poco a poco, su amor comienza a manifestarse en nuestra paciencia con los demás, en nuestra capacidad de perdonar, en nuestra disposición a servir sin esperar nada a cambio. Lo que antes parecía inalcanzable, empieza a tomar forma en nuestra vida de una manera natural y genuina.
Señor, te damos gracias por tu paciencia y bondad. Perdona nuestra falta de amor, y produce en nosotros una rica cosecha de amor verdadero. Por amor de Jesús. Amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.