02 de mayo del 2025
Santiago 2:14-26
LA FE LLEVA A LA ACCIÓN
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".Santiago 2:17
A lo largo de la historia, los cristianos han reflexionado sobre la relación entre la gracia, la fe y las obras en la salvación. Pablo, en Efesios 2:8-9, enseña que somos salvos por gracia mediante la fe, y no por obras. Sin embargo, Santiago también declara: "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" (Santiago 2:24). A primera vista, algunos creen que estos pasajes son contradictorios, pero en realidad se complementan. Pablo enfatiza que la salvación es un regalo de Dios y no algo que podamos ganar con nuestras acciones. Santiago, por otro lado, nos recuerda que una fe genuina produce frutos visibles. La fe que no se manifiesta en obras es una fe muerta, pues cuando Dios transforma un corazón, esa transformación se refleja en la vida cotidiana. Nuestra fe no debe quedarse solo en palabras o pensamientos. Pero tampoco debemos pensar que el poder para cambiar y actuar reside en nosotros, o que basta con hacer lo que "podemos". Cuando creemos en Dios de verdad, su Espíritu nos transforma y nos lleva a vivir conforme a su voluntad, produciendo obras que reflejan su amor y su gracia. No somos salvos por las obras, pero las obras son evidencia de que nuestra fe es real y viva.
Señor, llena nuestros corazones con tu presencia y produce en nosotros frutos que sean agradables a ti. En el nombre de Jesús, amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.