15 de mayo del 2025
Isaías 63:7-14
EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES BENIGNIDAD
"De las misericordias de Jehová haré memoria, [..] conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel...".Isaías 63:7
La benignidad es una cualidad que refleja una actitud amable, generosa y considerada hacia los demás. Sin embargo, en un mundo donde la competencia y el individualismo a menudo prevalecen, la benignidad puede parecer escasa. A veces la encontramos en pequeños gestos de bondad, pero otras veces está ausente en nuestras relaciones diarias. La Biblia nos recuerda que Dios es la fuente suprema de benignidad. Isaías nos habla de todo lo que el Señor ha hecho por nosotros, y desde el principio, vemos su amor reflejado en su trato con la humanidad. En el Jardín del Edén, Dios había advertido a Adán y Eva sobre las consecuencias de la desobediencia. Sin embargo, cuando pecaron y sintieron el peso de la culpa y el miedo, Dios no los abandonó ni los destruyó al instante. En cambio, mostró su benignidad de dos maneras asombrosas. Primero, en lugar de ejecutar de inmediato el castigo de la muerte, hizo una promesa: enviaría a su Hijo para pagar el precio del pecado y restaurar nuestra relación con Él. Segundo, cuidó de sus necesidades inmediatas, proveyéndoles ropa para cubrir su vergüenza y protegerlos. Desde aquel día, la benignidad de Dios se ha manifestado en su fidelidad para con nosotros. En Jesús encontramos el camino al perdón, la restauración y la verdadera vida. Su amor no cambia, y su bondad sigue transformando corazones hoy.
Dios benigno, muévenos hoy a ver tu bondad. Guíanos a reflejarla y a perdonar a quienes nos ofenden. Ayúdanos a conducirlos a ti. En Jesucristo, Amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.