Santiago 2:14-26
LA FE LLEVA A LA ACCIÓN
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".Santiago 2:17
A lo largo de la historia, los cristianos han reflexionado sobre la relación entre la gracia, la fe y las obras en la salvación. Pablo, en Efesios 2:8-9, enseña que somos salvos por gracia mediante la fe, y no por obras. Sin embargo, Santiago también declara: "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" (Santiago 2:24).
A primera vista, algunos creen que estos pasajes son contradictorios, pero en realidad se complementan. Pablo enfatiza que la salvación es un regalo de Dios y no algo que podamos ganar con nuestras acciones. Santiago, por otro lado, nos recuerda que una fe genuina produce frutos visibles. La fe que no se manifiesta en obras es una fe muerta, pues cuando Dios transforma un corazón, esa transformación se refleja en la vida cotidiana.
Nuestra fe no debe quedarse solo en palabras o pensamientos. Pero tampoco debemos pensar que el poder para cambiar y actuar reside en nosotros, o que basta con hacer lo que "podemos". Cuando creemos en Dios de verdad, su Espíritu nos transforma y nos lleva a vivir conforme a su voluntad, produciendo obras que reflejan su amor y su gracia. No somos salvos por las obras, pero las obras son evidencia de que nuestra fe es real y viva.
Señor, llena nuestros corazones con tu presencia y produce en nosotros frutos que sean agradables a ti. En el nombre de Jesús, amén.