Filipenses 3:17-21
UNA ESPERANZA GLORIOSA
“[Jesucristo] cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas”.
Filipenses 3:21
La resurrección de Cristo es única y diferente de cualquier otra resurrección registrada en la Biblia. Todas las personas que Jesús resucitó eventualmente volvieron a experimentar la muerte. Sin embargo, en el caso de Cristo, nuestro Señor, su resurrección fue definitiva. Él no volvió a morir, sino que resucitó en poder, ascendió al cielo y vive por la eternidad. Además, Jesús resucitó con un cuerpo glorificado. Aunque su cuerpo llevaba las marcas de los clavos en sus manos y el costado traspasado como testimonio de su sacrificio, era un cuerpo transformado, lleno de gloria.
La esperanza de la resurrección está reservada para los ciudadanos del reino de los cielos. Este cuerpo mortal, que se enferma, sufre dolores y enfrenta innumerables limitaciones, será transformado un día en un cuerpo glorificado. Cristo llevará a cabo una transformación radical, de modo que nuestros cuerpos serán semejantes a su cuerpo glorioso. ¡Qué esperanza tan maravillosa tenemos en Cristo!
Pero en tanto que esto sucede, es deber nuestro caminar con Cristo, como lo que somos: Ciudadanos del reino de los cielos. No se nos pide otra cosa, sino dar evidencia de que somos hijos de Dios. Aguardamos con paciencia el tiempo en que Dios hará nuevas todas las cosas y que este cuerpo mortal sea vestido de inmortalidad.
Señor y Padre, ayúdame a caminar como ciudadano de tu reino en tanto que este cuerpo mortal va a morar contigo. Por el amor de Cristo Jesús. Amén.