Lucas 24:33-35
LA VERACIDAD DE LA RESURRECCIÓN
“De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón”.
Lucas 24:34
La resurrección de Jesucristo se convirtió inmediatamente en uno de los pilares de la fe cristiana. Sin esta verdad fundamental, “el mensaje que predicamos no vale para nada, ni tampoco vale para nada la fe que ustedes tienen” (1 Cor. 15:14). No se trata simplemente de una verdad abstracta sino de un acontecimiento histórico que transforma a quienes la escuchan. Para los discípulos, que estaban llenos de temor y confusión, estas palabras trajeron esperanza, gozo y propósito.
¿No le parece sorprendente que se mencione a Simón Pedro como uno de aquellos a quienes Cristo se apareció? Pedro había fallado a Jesús al negarlo, pero el Señor, lleno de gracia, se le reveló personalmente, restaurándolo y dándole un nuevo comienzo. Pero algo parecido podría decirse del resto de los discípulos, quienes escucharon repetidamente de labios de Jesús la predicción de su resurrección y aun así no le creyeron.
Ahora ellos han visto al Señor resucitado y no pueden contener su emoción por compartirlo con otros. Los discípulos fueron transformados por el poder de la resurrección: de hombres temerosos pasaron a ser hombres llenos de valor y fe. Sus dudas se desvanecieron, y su tristeza se convirtió en una alegría indescriptible. La certeza de que Jesús estaba vivo cambió radicalmente sus vidas, impulsándolos a proclamar con valentía el mensaje del evangelio.
Gracias Señor porque me permites pasar tiempo contigo. Ayúdame a no perder el gozo de tu resurrección, para compartir con otros las buenas nuevas. Amén.