09 de diciembre del 2025
Isaías 43:1-13
UNA DECLARACIÓN DE AMOR
“…Porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo…” Isaías 43:4
¿Puede imaginarse una declaración más conmovedora de parte de Dios? Palabras como estas podrían hacer sonrojar a cualquiera… y sin embargo, son necesarias. Necesitamos escuchar que alguien nos ve, nos valora, y nos ama profundamente. Más aún cuando ese “alguien” es el mismo Creador del universo. Dios no es una fuerza impersonal ni un gobernante indiferente. En este pasaje, habla como un Padre tierno, como un Dios cercano, que no se limita a observar desde lejos, sino que se involucra con su pueblo. No es un lenguaje figurado vacío: es el amor demostrado en la historia, al liberar a su pueblo de Egipto, al cuidar de ellos en el desierto, y sobre todo, al enviar a su Hijo Jesucristo para rescatar a todo aquel que cree en Él. Vivimos en un mundo que fácilmente aplasta nuestro valor. Las redes sociales, las comparaciones constantes, el rendimiento, el rechazo… todo puede hacernos sentir insignificantes. Pero Dios dice: “Tú vales. Eres mío. Te amo”. ¿Has recibido ya ese amor? ¿Lo estás disfrutando? Si te has sentido invisible o despreciado, deja que esta verdad de Isaías 43:4 te abrace: Dios te aprecia. Eres valioso para Él. Y te ama con un amor eterno. Y ese amor tiene nombre: Jesucristo, en quien el amor de Dios fue revelado de la manera más sublime.
Señor, gracias por recordarme que soy valioso a tus ojos. Ayúdame a vivir desde esa verdad: que soy amado, redimido, y sostenido por ti. Gracias por Jesús, Amén.
Cada vez que abrimos el Nuevo Testamento, lo primero que encontramos son los evangelios. Y tiene mucho sentido, porque allí se nos narra la venida, vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, mucho antes de que Él apareciera en la historia, ya había una voz que anunciaba con claridad sorprendente los eventos que estaban por venir. Esa voz fue la del profeta Isaías. Por eso, no es de extrañar que muchos se refieran al libro de Isaías como “el quinto evangelio”. En sus páginas encontramos no solo advertencias de juicio, sino también promesas de restauración, consuelo y esperanza. Isaías no solo anticipó el sufrimiento del pueblo en el exilio, sino también la venida del Mesías, su nacimiento virginal, su ministerio, su pasión y su gloria. En este tiempo del año, cuando el mensaje de la venida de Cristo se escucha por todas partes, te invitamos a detenerte y dejar que las palabras de Isaías hablen a tu corazón. Que su mensaje sea para ti, no solo poesía antigua, sino buenas nuevas vivas, que alientan, consuelan y apuntan con poder a Jesús, nuestro Salvador.
Huascar de la Cruz
Es casado y tiene 4 hijos. Ha sido pastor en México por largo tiempo, y en la actualidad funge como director de Ministerio Reforma.