19 de noviembre del 2024
Rut 4:13-22
EL HOGAR QUE NECESITAS
“Así fue como Booz se casó con Rut”.Rut 4:13
A veces, el regreso a un lugar conocido o la visita a uno nuevo no parece una buena idea. ¿Se imagina a la persona que regresa a una iglesia donde alguna vez fue lastimada? ¿O alguien que se siente indeciso de acudir a una porque siente que sus pecados son demasiado grandes como para ser perdonados? Siempre es bueno saber que quien está más contento de vernos por su casa es Dios mismo. Rut, la moabita que acompaña a Noemí tiene el desafío de construir un nuevo hogar en Belén. Al menos Noemí tenía recuerdos de personas y lugares que le eran conocidos, pero Rut no tenía ninguna conexión con Belén. Ella era extranjera en este lugar, y, sin recursos, se encontraba en una posición sumamente vulnerable. Pero Dios cuida de ella de maneras extraordinarias. Primero, “tuvo la suerte” de encontrarse recogiendo grano en el campo de un pariente bondadoso llamado Booz (Rut 2:3). En segundo lugar, Booz se interesa por el bienestar a largo plazo de Rut al hacerla su esposa. Dios tiene una manera extraordinaria de proveer para las personas que carecen de sentido de pertenencia. La genealogía al final de este libro muestra que Rut se convirtió en antepasado del gran rey David de Israel y, por lo tanto, también del Salvador Jesús (Mateo 1). Dios también puede traerte a la familia de Jesús. Confía en que él puede darte el hogar que necesitas.
Padre Celestial, nos sorprendes con tu amable aceptación y provisión. Gracias por acogernos en tu familia a través de Cristo. En el nombre de tu Hijo, Amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.