09 de noviembre del 2024
Salmo 106:1-25
PARAÍSOS FALSOS
“Más tarde despreciaron un país hermoso, y no creyeron en las promesas de Dios…” Salmo 106:24
Cada vez que enciendo mi computadora aparecen imágenes bellísimas antes de siquiera escribir mi contraseña. Veo islas tropicales, pintorescas praderas montañosas, paisajes impresionantes, calles bulliciosas de la ciudad. Estas imágenes, por supuesto, están cuidadosamente seleccionadas para captar mi atención. No es casualidad que suela buscar información sobre algunos de estos lugares, incluso preguntándome cómo sería vivir allí. ¿Has escuchado el viejo dicho “El pasto siempre es más verde en el patio del vecino”? Imagine que vive en un lugar paradisíaco en las montañas. Aunque pueda ser muy bello es seguro que va a carecer de muchas de las cosas que apreciamos en casa y que sus amigos no viven allí. Las conexiones y comodidades que tenemos en la ciudad no existen. Pero no es difícil sentirse atraído por el encanto de un nuevo lugar. Algo parecido nos puede pasar a nosotros espiritualmente. El pueblo de Israel llegó a disfrutar de un hermoso lugar que Dios les había provisto. Él los había sacado de Egipto y los había conducido a este lugar. Pero Israel a menudo anhelaba algo diferente, pensando que podían tener algo mejor. Sin embargo, al alejarse de Dios, se separaban de Aquel que conoce cuál es nuestro hogar verdadero. No permita que su corazón pecaminoso le haga olvidar el hogar que como regalo Dios tiene para sus hijos.
Nuestro Dios amoroso, no permitas nunca que nuestros corazones se alejen de ti que eres la fuente de toda bendición y hermosura. Gracias por atraernos a ti. Por el amor de Jesús, Amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.