Juan 21:24-25
LOS MILAGROS CONTINÚAN
“Jesús hizo muchas otras cosas…”
Juan 21:25
Juan termina su exposición del Evangelio diciendo que, si se relataran todos los hechos de Jesús, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribirían. Desde el punto de vista literario, ha utilizado lo que se conoce como hipérbole. Es decir, un énfasis expresivo que amplifica un significado. La exageración del autor es más que una figura retórica, es el reconocimiento de que la totalidad de la gloria de Jesús no puede contenerse en un solo registro.
Cuando observamos los relatos bíblicos de los milagros de Jesús, encontramos tres grupos de personas. El primero está formado por los que observan los milagros. Están entre la multitud, es el grupo de los espectadores. El segundo grupo, los que criticaban los milagros. Están al acecho, observando cada detalle, cuestionando. Este es el grupo de los detractores. El tercer grupo está formado por los que experimentaron los milagros. Aquellas personas que no sólo oyeron hablar de alguien capaz de curar, sino que fueron receptoras del milagro. Este es el grupo de los adoradores.
Históricamente, las personas han adoptado las posiciones más diversas ante Dios. Sea cual sea el grupo o incluso la situación, Jesús no puede resumirse en un currículum de milagros. Hizo muchos más de los que se pueden registrar y, créanme, sigue haciéndolos.
Alabado y bendito seas, Señor, por tus maravillas. Te damos gracias porque tu poder sigue obrando milagros en tu pueblo y confiamos en que lo seguirá haciendo. En Jesucristo, tu Hijo, amén.