25 de junio del 2024
Jeremías 51:13-16
LO QUE ENVUELVE CREAR UN UNIVERSO
“El Señor, con su poder, hizo la tierra; con su sabiduría afirmó el mundo; con su inteligencia extendió el cielo”. Jeremías 51:15
Generalmente, olvidamos reflexionar sobre la asombrosa creación de Dios y la presencia divina en lo que nos rodea. Desde la inmensidad de la tierra hasta la belleza del mundo natural, todo muestra el poder, la sabiduría y la inteligencia de nuestro Creador. La tierra misma, con sus ecosistemas complejos y delicados, es un testimonio del poder de Dios para dar vida y sustento a la diversidad y al equilibrio perfecto entre todos los seres vivos. Las sociedades de las que formamos parte, con sus culturas y relaciones humanas, refleja la sabiduría y el amor de Dios al crear a la humanidad a imagen y semejanza de Jesucristo. El cielo, vasto y misterioso, revela la inteligencia de Dios al establecer leyes físicas precisas y constantes que mantienen el orden en el universo. En toda esta maravillosa creación, vemos la obra conjunta del Padre, el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo. La Divina Trinidad ha estado presente desde el principio, creando y sosteniendo todo. La vida nos puede distraer de la alabanza que debemos a Dios por su poder, sabiduría e inteligencia en toda la creación. Reconocer la presencia de la Trinidad divina nos invita a admirar, respetar y cuidar todo lo que Dios ha hecho. Oramos para que nuestra gratitud y reverencia hacia el Creador estén presentes en cada aspecto de nuestra vida.
Padre, gracias por hacerme parte de la creación y ponerme en el mundo para alabarte y compartir tus maravillas. Reconozco que eres poderoso para sostener tu obra por siempre. En Cristo, Amén.
No es fácil asimilar la manera en que toda una civilización se desintegra ante nuestros propios ojos. La fe cristiana se ve arrinconada cada vez más, y nuevas ideologías están intentado acabar de una vez con ella. Y, tristemente, muchos cristianos no están preparados para enfrentar este ambiente de confusión y engaño. La situación no es muy distinta a la que vivió el profeta Jeremías. Él fue testigo de la apostasía y exilio del pueblo de Dios, y fue el encargado de predicar contra sus mismos compatriotas poniendo en riesgo su vida. Su mensaje penetrante y confrontador se combina con un llamado al arrepentimiento, y la esperanza de que Dios tiene tiempos mejores para su pueblo. Esperamos que ese mensaje llegue al corazón de nuestros lectores de Cada día.
Samuel Olán
Ha sido anciano en la iglesia presbiteriana en Tabasco. Está casado y tiene tres hijos. Es biólogo y muy comprometido con las causas ambientales