15 de abril del 2024
2 Corintios 13:5-14
LA ÚLTIMA PALABRA
“Para terminar, hermanos, deseo que vivan felices y que busquen la perfección en su vida. Anímense y vivan en armonía y paz; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes”. 2 Corintios 13:11
Vaya forma alentadora de terminar una carta. Si ha leído el resto de esta epístola tal vez no esperaba que concluyera en un tono tan conciliatorio y lleno de buenos deseos. Después de ventilar los conflictos y diferencias que tiene con los creyentes de Corinto y de reprenderlos por su actitud tan inmadura y carnal, Pablo les deja plasmado que lo que le motiva es el bienestar espiritual de la iglesia. Lo último que desea es que las fricciones tengan la última palabra. A veces nos conformamos con vivir con relaciones rotas, pero Dios nos llama a esforzarnos por vivir en armonía unos con otros. Puede haber ocasiones en las que una restauración completa de las relaciones no sea posible. La otra parte puede no estar dispuesta a avanzar hacia la restauración. En Romanos 12:18 Pablo escribe: “Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos”. El único comportamiento que podemos controlar es el nuestro. Y podemos hacer el esfuerzo de reconciliar relaciones en lugar de dejar que se desmoronen. Podemos hacer una llamada o dejar una nota. Aunque los demás no correspondan, al menos sabremos que lo hemos intentado. Pero a veces nos sorprenderá la respuesta de una persona. Hacer un esfuerzo por reconciliarse puede traer consigo una curación inesperada. Puede ser un momento en el que todos experimenten la gracia de Dios.
Señor, danos el valor de acercarnos con amor a quienes nos han herido. Concede la restauración allí donde sea posible. Amén.
Mark Twain dijo, “Muchas personas se molestan por esos pasajes de la Escritura que no entienden, pero los pasajes que me molestan son esos que sí entiendo.” En otras palabras, tratar de vivir por lo menos con los mandamientos más básicos de la Biblia puede ser abrumador. En las clases prematrimoniales nosotros alentamos a las parejas a comenzar por las cosas que son claras: amarse el uno al otro, perdonarse el uno al otro, cuidarse mutuamente, apoyarse mutuamente, llevar las cargas el uno del otro. Nosotros animamos a la gente a ver las maneras en que Dios nos llama a interactuar con todos los “unos a otros” en nuestras vidas. Es muy claro que Dios se preocupa profundamente por nuestras relaciones. Una vez que comenzamos a entender nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, el próximo paso es amar a nuestro prójimo. Jesús nos dice en Mateo 22:37-38 que el primer mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Y el segundo es similar: nuestro amor por Dios debe llegar a nuestro prójimo. Esperamos que ustedes sean animados a dejar que el amor de Jesús fluya en todas sus relaciones. Él tiene el poder para cambiar los corazones.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster sienten pasión por los matrimonios, las familias y el crecimiento espiritual en el hogar. Ambos trabajan en la Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte. Steven y Deb Koster tienen tres hijos.