02 de diciembre del 2023
Génesis 3:1-19
LA PRIMERA PROFECÍA DE NAVIDAD
“…esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Génesis 3:15
Hay conflictos que parecen interminables. En el lejano oriente, la enemistad entre las dos Coreas parece intensificarse en lugar de resolverse. Los grupos islámicos radicales no parecen dar tregua a sus amenazas de violencia y terror. Y muchos grupos criminales han robado durante décadas la paz de las familias, a veces en contubernio con los propios gobernantes. ¿Hay alguna esperanza de que el conflicto pueda llegar a su fin? Sí la hay. De hecho, esa es la promesa que recibimos en el primer indicio de la Navidad registrado en la Biblia. Es Dios mismo quién predice el conflicto mayor detrás de la historia humana: entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente. Y nos alegra saber que eventualmente ese conflicto llegará a su fin, cuando la serpiente sea derrotada por completo. La historia de la Navidad acerca esa profecía al cumplimiento. La encarnación de Cristo introduce al actor principal en el drama divino de redención. La verdadera batalla para lograr la victoria final de Dios sobre los poderes demoníacos está a punto de comenzar. Pero la victoria no viene sin costo. Es por eso que la historia de Navidad no es solo lectura para niños antes de acostarse. Es una historia para personas de todas las edades que tienen los ojos abiertos al antiguo conflicto del bien y el mal, y que quieren saber cómo terminará la historia.
Padre misericordioso, tu Hijo ha venido a participar en la única batalla que traerá paz. Damos gracias porque él viene a dar su vida en rescate por muchos. En su nombre, Amén.
En nuestra cultura el trasfondo bíblico de la Navidad ha ido decreciendo. En su lugar, mucha gente la describe como una fiesta en la que ni siquiera mencionan a Jesucristo. Una revista dice que es el “aniversario de nuestro propio nacimiento como personas plenas, con valores, conciencia, capacidad de reconocer los errores, descubrir los miedos, motivarnos y emprender nuevos sueños”. Y los propios cristianos no estamos lejos de adoptar un punto de vista romántico y acaramelado de este acontecimiento. No cabe duda que la venida de Cristo a este mundo es motivo de gran alegría. Él es quien es capaz de traer paz y plenitud a la vida de la gente. Y no debemos avergonzarnos por disfrutar de una celebración como ésta. Pero, a veces olvidamos que este acontecimiento ocurre entre situaciones escabrosas, momentos dolorosos y decisiones difíciles para los protagonistas. Muchas de las cosas que ellos vivieron hubieran escandalizado incluso a la sociedad más permisiva de nuestro tiempo. Necesitamos un punto equilibrado de la Navidad que nos permita alcanzar un compromiso más radical con Jesucristo. Esperamos que este devocional permita ver ese otro lado de la Navidad que a veces pasa desapercibido.
Robert Heerspink
Fue pastor de varias iglesias, y director del ministerio Back to God (De regreso a Dios). Una de sus pasiones era la escritura, sobre todo, devocionales para el pueblo de Dios.