Génesis 3:1-19
LA PRIMERA PROFECÍA DE NAVIDAD
“…esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.
Génesis 3:15
Hay conflictos que parecen interminables. En el lejano oriente, la enemistad entre las dos Coreas parece intensificarse en lugar de resolverse. Los grupos islámicos radicales no parecen dar tregua a sus amenazas de violencia y terror. Y muchos grupos criminales han robado durante décadas la paz de las familias, a veces en contubernio con los propios gobernantes. ¿Hay alguna esperanza de que el conflicto pueda llegar a su fin?
Sí la hay. De hecho, esa es la promesa que recibimos en el primer indicio de la Navidad registrado en la Biblia. Es Dios mismo quién predice el conflicto mayor detrás de la historia humana: entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente. Y nos alegra saber que eventualmente ese conflicto llegará a su fin, cuando la serpiente sea derrotada por completo.
La historia de la Navidad acerca esa profecía al cumplimiento. La encarnación de Cristo introduce al actor principal en el drama divino de redención. La verdadera batalla para lograr la victoria final de Dios sobre los poderes demoníacos está a punto de comenzar. Pero la victoria no viene sin costo. Es por eso que la historia de Navidad no es solo lectura para niños antes de acostarse. Es una historia para personas de todas las edades que tienen los ojos abiertos al antiguo conflicto del bien y el mal, y que quieren saber cómo terminará la historia.
Padre misericordioso, tu Hijo ha venido a participar en la única batalla que traerá paz. Damos gracias porque él viene a dar su vida en rescate por muchos. En su nombre, Amén.