Salmo 52:1-9
EL QUE RÍE AL ÚLTIMO
“Miren al que no busca protección en Dios; al que confía en sus grandes riquezas y persiste en su maldad”.Salmo 52:7
El Señor Jesús nos invita a ser gente observadora. Tan solo al mirar la naturaleza podemos aprender mucho, no solo lecciones científicas sino también verdades espirituales profundas. “Miren las aves del cielo”, dice él, antes de hablarnos acerca del cuidado de Dios por sus hijos. Pero también podemos aprender mucho observando a los seres humanos, tanto de sus aciertos como de sus defectos.
En este salmo, son los justos quienes, entre risas, nos invitan a mirar la ruina del malvado. Se trata de un hombre que pensaba que su riqueza era un salvoconducto en la vida, y por eso no le importaba mentir, lastimar, y hasta hacer a Dios a un lado. Sin embargo, Dios tenía preparado un triste final para este hombre. “Verán los justos, y temerán; Se reirán de él”. Y al reír, no lo hacen porque se complazcan en su ruina, sino porque la justicia de Dios ha sido vindicada y porque él no permitirá que el mal prevalezca.
¿Podemos nosotros también caer en el peligro de hacer a un lado nuestra confianza en Dios aun cuando no tengamos riquezas? Todos sentimos el alivio y la satisfacción de recibir el salario a tiempo o de contar con un seguro de vida. Y, sin condenar la riqueza en sí misma, la Escritura nos invita a vivir agradecidos y a ser generosos con lo que Dios nos ha dado. Solo así, podremos reír y disfrutar con gozo de sus bendiciones.
Señor, ayúdame a confiar más en ti y a depender de tu gracia cada día. En el nombre de Jesús, Amén.